Los espacios de la Caseta
En La Caseta hay diversos espacios, cada uno con unas cualidades particulares para que l@s niñ@s desarrollen sus juegos.
LA SALA DE LUZ
Los ventanales que enmarcan este espacio dan nombre en la sala, llenándola de luz natural y de vida. Es un lugar donde conviven muchos proyectos diferentes a la vez gracias a su capacidad de transformación, siempre cuidando que el ambiente general sea tranquilo y relajado. Es un espacio para la concentración, la calma y la escucha.
La Sala de Luz nos permite ofrecer materiales que dan respuesta a diferentes necesidades de los niños, favoreciendo la conexión con sus deseos y ofreciendo la posibilidad de nutrirlos de forma autónoma o compartida.
En ella encontramos los espacios literario, de construcción, simbólico y creativo.
LOS PATIOS
En La Caseta tenemos dos espacios exteriores: el Patio Grande y Patio del Medio. Los dos están siempre abiertos y a disposición de los niños como forma de autoregular sus necesidades de expansión y de movimiento, de estar en contacto con la arena y el aire fresco, de poder golpear y gritar para liberar pulsiones, de excavar y profundizar en la tierra, de escalar árboles y conquistar alturas, de crear escenarios de juego efímeros con arena y piedras…
EL PATIO GRANDE
El Patio Grande es un espacio que invita al juego expansivo, ofreciendo a los niños aire fresco siempre que lo necesitan. Un entorno en contacto con los cambios de la natura que nos conectan con los ritmos del clima y de las estaciones del año. Es un espacio que permite la creación y el goce del movimiento y el desplazamiento del cuerpo a largas distancias, que invita a hacer equilibrios donde reajustar la postura corporal, donde conquistar la altura y experimentar con los ritmos y la velocidad. También invita a la conexión de sí mismo/a a través del contacto de la arena con las manos y con el cuerpo. La sensorialidat de el tacto y el olor de la arena nos inmersa en el placer de sentir el cuerpo que habitamos.
EL PATIO DEL MEDIO
El Patio del Medio es un espacio de que conecta todas las salas (luz, cocina, madera y piedra). Aparte de ser un lugar de tráfico, se caracteriza por su versatilidad. Unas veces es el lugar donde sentimos la lluvia repicar contra el tejado de plástico y un espacio de ventana al cielo. Otros, el lavadero donde limpiamos los materiales que usamos para la expresión artística y el tendedero donde se secan las creaciones. También es un espacio privilegiado donde se proponen juegos de expansión que pueden tener inicio en la Sala de Luz. Para preservar la energía calmada de esta última, abrimos la puerta del Patio del Medio.
LA SALA DE PIEDRA
La Sala de Piedra es, por excelencia, el espacio donde la psicomotricidad se expresa en su máxima esencia. Esta sala, que sirve también de puerta de entrada y de salida en la escuela, tiene, cada día, una cara diferente: en función de la energía que respiramos a La Caseta, preparamos la sala con propuestas psicomotrices diversas. Uno de los cimientos básicos que tenemos en cuenta es la seguridad del espacio, de forma que los niños se puedan mover con autonomía.
LA COCINA
La Cocina tiene, en La Caseta, dos funciones principales. Por un lado, es el lugar donde algunos niños almuerzan y donde todas compartimos la comida; por la otra, el lugar donde hacemos las propuestas de cocinar, de experimentación y de expresión artística.
Por otro lado, es el espacio donde comemos. Está pensado para que los niños puedan llegar autónomamente a hacer todo aquello que necesitan: lavarse las manos, coger los cubiertos y sentarse alrededor de una mesa con unas sillas de su medida.
SALA DE MADERA
La Sala de Madera ha sido el nido de La Petita Caseta, un proyecto iniciado en el 2019 que acoge niños y niñas de 1 y 2 años. Es un espacio cálido, donde cada cual encuentra su lugar. Hemos intentado ofrecer un espacio muy versátil por los más pequeños y pequeñas de La Caseta donde el protagonista es el juego psicomotriz: subidas, bajadas, cabañas, telas, colchones y pelotas, entre otros. La Sala de Madera es una invitación al juego y al movimiento libre, siempre en sintonía con las necesidades y deseos del grupo.